miércoles, 5 de mayo de 2010

Can Bernad




La humilde pero eficaz brasa de Can Bernad

Aprecio y disfruto de los restaurantes postineros, estrellados y mediáticos, me interesan, reconozco sus méritos y el esfuerzo que supone llegar a esos niveles, pero confieso mi debilidad por el descubrimiento, por percibir las buenas sensaciones que me inspira un lugar al pasar por delante, entrar, observar, leer la carta con detenimiento, elegir, comer en una mesa que me permita ver el aspecto del paisanaje, cruzar cuatro palabras con el camarero, alegrarme de mi suerte, pagar, guardar la tarjeta del lugar y dejarlo, pensando en el momento de repetir la experiencia.

Algo así me ha ocurrido con “Can Bernad”, un restaurante situado en Sant Adrià del Besós, al lado de Barcelona y en una calle flanqueada por viejas naves industriales y algún edificio de viviendas.

El local ha crecido al amor de una terraza que fue marquesina antes que comedor, todo ello organizado alrededor de la barra y de la cocina. Regentada desde hace casi cuatro décadas por la familia Bernad –matrimonio y dos hijos treintañeros que defienden la sala con envidiable conocimiento del oficio- la casa acoge una clientela de pequeños industriales del entorno inmediato y de aficionados a la brasa, en la que el patriarca oficia con evidente conocimiento del asunto.

Carta de pocos pero sugerentes enunciados en función de la compra en el mercado, setas, verduras de calidad, algún primero de los de toda la vida y productos adquiridos para ser tratados en la brasa, a la vista del respetable. Excelentes piezas de buey, por poner un ejemplo, o algún pescado de la cercana y peculiar lonja de Badalona.

El capítulo de los vinos corre a cargo del menor de los hermanos, que recaló en el negocio familiar después de ejercer en diversos restaurantes de relumbrón formándose y cogiéndole gusto al ritual más clásico y a las mejores añadas, que además propone en “Lo mejor del vino”, la tienda virtual de la que es titular.

Las cuentas son de una prudencia ejemplar e incluyen sin suplemento la calidez del ambiente, el trato profesional y amistoso, la sala luminosa, el trajín de clientes y el espectáculo del trabajo del jefe Bernad en la brasa de carbón a la que muchos clientes se acercan para comentar la jugada con el protagonista o extasiarse con el chisporroteo del pescado o de la carne que han pedido.

Lo recomiendo encarecidamente si lo que buscan es el difícil maridaje de autenticidad, calidad, simpatía y precios razonables en una zona en la que los establecimientos con cara y ojos no abundan.

Que lo disfruten.


Pierre Roca



“Can Bernad”
Carretera de Mataró, 22
Sant Adrià de Besòs
Tel. 933 811 047

No hay comentarios:

Publicar un comentario